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Diciembre, 2023.
4 MITOS sobre el entrenamiento de fuerza en mujeres
01
“La mejor forma de perder tripa es hacer abdominales”.
Un error común es pensar que hacer un ejercicio en una zona localizada del cuerpo hará perder la grasa de dicha zona. Es importante, destacar que la pérdida de grasa no es localizada, y hacer ejercicios específicos no garantiza la quema de grasa en áreas cercanas.
03
"El ejercicio tiene que doler para ser efectivo".
La verdad es que el ejercicio físico no debería generar molestias significativas ni durante la sesión de entrenamiento ni en los días subsiguientes. Aunque es cierto que mujeres menos experimentadas pueden experimentar una leve incomodidad muscular, comúnmente conocida como agujetas (microrroturas musculares), estas nunca deberían llegar al punto de restringir el movimiento o afectar la funcionalidad. Fatigarse excesivamente después de cada sesión de entrenamiento crea un entorno propicio para el desarrollo de lesiones y obstaculiza el logro de objetivos.
02
"Para perder peso, es necesario hacer cardio".
Existe una creencia generalizada de que el ejercicio cardiovascular (actividades aeróbicas como correr o pedalear a intensidad moderada durante al menos 30 minutos) es la vía óptima para perder peso. Sin embargo, el entrenamiento de fuerza también desempeña un papel crucial en la reducción de grasa. Esto se debe a que, además de quemar calorías durante la actividad, el aumento de la masa muscular contribuye a incrementar nuestro gasto energético en periodos de reposo.
04
“Solo los jóvenes pueden desarrollar músculo y fuerza”.
Aquellas personas que mantienen una capacidad de movimiento (un sistema nervioso funcional) poseen la habilidad de desarrollar músculo y aumentar su fuerza. En consecuencia, las mujeres de todas las edades pueden obtener beneficios del entrenamiento de fuerza. Sin embargo, a medida que envejecemos, se requiere un mayor compromiso y constancia para lograr incrementos en fuerza y masa muscular.